A partir de este domingo, Choloma, una ciudad del norte de Honduras, entra bajo un estricto toque de queda que se prolongará desde las 9 de la noche hasta las 4 de la mañana. Esta drástica medida fue anunciada por la presidenta Xiomara Castro en un comunicado a través de su cuenta de Twitter, en respuesta a la reciente ola de violencia que dejó a 11 personas muertas en un ataque perpetrado en un billar local. Castro describió la situación como un «brutal y despiadado ataque terrorista» llevado a cabo por sicarios vinculados al narcotráfico en la región. La situación de inseguridad que viven San Pedro Sula y Choloma ha llevado a las autoridades a intensificar los operativos de seguridad en estas áreas.
El violento incidente, que ocurrió en la noche del sábado, ha dejado a la comunidad en estado de shock. De acuerdo a las declaraciones de las autoridades policiales, las víctimas incluyen a diez hombres y una mujer, quienes se encontraban celebrando un cumpleaños en el establecimiento cuando fueron atacados sin previo aviso. Testigos en la escena reportaron que los atacantes, armados con fusiles automáticos, abrieron fuego sin compasión, lo que resultó en múltiples heridos además de los fallecidos. Este ataque se suma a la preocupante escalada de violencia en la región, que ya había sido marcada por el reciente motín en una cárcel de mujeres que dejó 48 reclusas muertas.
La presidenta Xiomara Castro, en un esfuerzo por contener esta ola de violencia, ha ordenado a las fuerzas de seguridad que realicen constantes operativos durante el día y la noche en Choloma y en la vecina San Pedro Sula. La implementación de retenes y allanamientos se considera esencial para desmantelar las organizaciones delictivas que operan en el área. Castro ha expresado su firme compromiso de brindar seguridad a la población reduciendo la impunidad y atacando de frente al narcotráfico que ha permeado la región, especialmente en el conocido Valle de Sula.
El toque de queda en Choloma, que tendrá una duración inicial de 15 días y podrá ser prorrogable, busca proteger a los ciudadanos mientras las autoridades intentan estabilizar la situación. La comunicación constante del gobierno es fundamental para mantener informado a los habitantes sobre las medidas de seguridad y el avance de las investigaciones relacionadas con el ataque. El impacto de esta violencia no solo afecta a los directamente involucrados, sino que genera un clima de temor y desconfianza en la comunidad en general.
La situación de seguridad en Honduras ha sido un tema preocupante durante años, y recientes acontecimientos como el ataque en Choloma y el motín en la cárcel han puesto de relieve la necesidad urgente de reformas eficaces en el sistema de seguridad y justicia. Las autoridades están bajo presión para proveer una respuesta contundente y efectiva que devuelva la tranquilidad a los habitantes de Choloma y San Pedro Sula. La comunidad espera que con estas medidas se pueda comenzar a ver una disminución de la violencia que ha azotado a estas localidades y que ha cobrado numerosas vidas en los últimos años.