¿Habrán lluvias de verano en Chile central?

Estamos prácticamente dándole la bienvenida al 2022. Luego de más un año de sequía —¿o debemos hablar del nuevo clima chileno?—, el 2022 ya se ...
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Estamos prácticamente dándole la bienvenida al 2022. Luego de más un año de sequía —¿o debemos hablar del nuevo clima chileno?—, el 2022 ya se augura cargado a las altas temperaturas durante sus primeros 31 días.

Lamentablemente, no tenemos aún la capacidad de prever con 100% de seguridad la ocurrencia de tormentas eléctricas y granizo en la zona centro sur de Chile durante el verano (aquellas que tanto ayudaron a disminuir el déficit de precipitación en esta zona tan afectada del país durante el 2021 que está acabando). Sin embargo, podemos hacernos una idea del panorama climático de este primer mes del año de 2022, basándonos en los pronósticos elaborados por los centros del clima norteamericanos y europeo.

Norte frío, centro muy cálido

Tanto el modelo norteamericano CFSv2 cuanto el ensamblado de modelos NMME nos indican una tendencia a la baja en las temperaturas de la zona norte de nuestro país. El modelo del ECMWF también prevé una condición fría para el norte chileno, al menos durante las 3 primeras semanas del mes, siendo más intensa esta anomalía durante la primera semana de enero 2022, y luego las temperaturas tienden a encuadrarse más cerca de los valores normales.

Esta tendencia en las temperaturas en la zona norte del país no nos es extraña, ya que en los últimos meses también se han presentado temperaturas más bajas de lo esperado para la época, ayudadas en parte por la cobertura nubosa en el sector costero, así como por una disminución en las temperaturas del agua de mar frente a las costas del norte de Chile.

Mientras tanto, en la zona central, puede nuevamente instalarse un núcleo de temperaturas más cálidas, asociados a la conocida vaguada costera, dejando aún más vigente la posibilidad de ocurrencia de olas de calor, en especial en el interior de la zona centro sur.

Parte de la Región de Aysén también podría verse afectada por el aumento de las temperaturas, considerando que modelo NMME nos entrega una probabilidad de que se eleven por sobre lo normal en esta parte de la Patagonia.

La Niña y las lluvias de verano

Si bien la presencia de una condición de La Niña favorece las precipitaciones de verano en el altiplano chileno, los modelos climáticos atmosféricos están previendo una condición entre normal a bajo lo normal con relación al volumen de lluvia esperado durante el primer mes del año.

Por otra parte, y considerando la posibilidad de que el Anticiclón estará estable y más intenso sobre las costas de nuestro país, la cordillera central puede recibir una mayor cantidad de precipitaciones asociadas al paso de vaguadas en altura. Esto quiere decir que podemos estar nuevamente frente a un enero con lluvias de verano no sólo en el altiplano, sino que también con condiciones que pueden ser favorables al desarrollo de tempestades en los sectores cordilleranos de la zona central.

Una condición de elongación del Anticiclón del Pacífico hacia la zona austral, actuando como bloqueo para los sistemas frontales a comienzos del mes, puede contribuir para que los montos de precipitación queden con saldo negativo en esta parte del país. Se espera que los sistemas frontales pasen con mayor frecuencia durante la segunda quincena, aportando mayor nubosidad a la zona patagónica.

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