El mundo del entretenimiento chileno se vio sacudido por las declaraciones fuertes del periodista deportivo Fernando Solabarrieta, quien no escatimó en criticar al cantante Luis Jara durante su participación en el programa «Podemos Hablar», emitido el pasado viernes por CHV. En una conversación conducida por la presentadora Diana Bolocco, Solabarrieta reveló que su amistad con Jara ha llegado a su fin de manera definitiva, una ruptura que ha sorprendido a muchos de sus seguidores.
La controversia entre Solabarrieta y Jara se originó tras una entrevista que el cantante llevó a cabo con Ivette Vergara en su programa de TV+, donde se abordaron detalles sensibles sobre la separación matrimonial de la expareja. Al destacar esta situación, el periodista destacó: «Ella da una entrevista a alguien que yo consideraba mi amigo, que dejó de serlo para siempre». Este comentario no solo evidenció su decepción personal, sino que también llevó a cuestionar las lealtades en la televisión.
En su descargo, Solabarrieta también compartió que la relación con Jara era bastante cercana, incluso llegando a incluirlo como padrino de uno de sus hijos, lo que acentuó el grado de traición que sintió al ver a su examigo colaborar con Vergara de esa manera. «Su única amistad es con la televisión y su ego… Él no tiene más amigos que su ego», comentó, dejando claro el profundo desdén que siente hacia las prioridades de Jara.
La situación entre ambos se intensificó cuando Solabarrieta reveló que fue invitado al programa de Jara al día siguiente, aparentemente para responder a lo que Vergara había dicho. Este gesto fue interpretado por el periodista como una falta de lealtad y respeto. «A un amigo no se le aceptan estas actitudes», sentenció, reflejando el malestar que su situación le ha generado a lo largo de los últimos días.
Por si esto fuera poco, Solabarrieta también hizo mención al hecho de que Jara lo bloqueó en las redes sociales, un acto que calificó de «brutal cobardía». Esta decisión ha acentuado la ruptura entre ambos, mostrando una vez más la fragilidad de las relaciones en el medio del espectáculo, donde las alianzas y la lealtad pueden verse atravesadas por lucros personales y la búsqueda de notoriedad.
