En el mundo de la ciencia y la educación ambiental, Jane Goodall continúa siendo una fuente de inspiración para científicos, educadores y miles de seguidores. Sus décadas de estudio en Gombe, Tanzania, revelaron la cercanía entre chimpancés y humanos, incluyendo el uso de herramientas, una habilidad que hasta entonces se atribuía solo a nuestra especie. Un tráiler documental sobre sus investigaciones en Tanzania reaviva la memoria de un trabajo que cambió la forma de entender la relación entre humanos y fauna.
Goodall fue una de las primeras científicas reconocidas a nivel mundial y abrió un camino que combinó rigor científico con una voz dedicada a la educación ambiental. A través de sus historias y conferencias, con anécdotas y sonidos de chimpancés, logró conectar con millones de personas y motivarlas a pasar a la acción. En palabras de sus seguidores, cada pequeño esfuerzo suma, una idea que ella promovió durante décadas de divulgación.
Quienes la acompañaron en Colombia describieron que, a sus 90 años, seguía llenando auditorios con su carisma y su mensaje de esperanza. La visita dejó constancia de su fortaleza y ánimo, y recordó el impacto de su trayectoria personal, donde el apoyo de su madre fue un motor clave para cumplir su sueño de viajar a África y convertirlo en una misión de vida.
El programa Roots & Shoots, creado por Goodall, ha movilizado a miles de jóvenes en todo el mundo para continuar su legado. Su enfoque enfatiza dialogar no solo con quienes buscan el cambio, sino también con aquellos que degradan el medio ambiente, con miras a alcanzar acuerdos que protejan especies y bosques. En Ecuador, el Grupo de Estudio de Primates (GEPE) y la red Roots & Shoots se sumaron al esfuerzo, junto a representantes de Latinoamérica, con iniciativas como el grupo de educación ambiental EDUCAMB de la Universidad Internacional de La Rioja.
El legado de Goodall sigue vivo gracias al Jane Goodall Institute y a Roots & Shoots, que continúan promoviendo educación, conservación y diálogo. Hace poco, el equipo local celebró la expansión de grupos de acción ambiental y la creación del Jane Goodall Institute Ecuador. La semilla que plantó sigue dando frutos, con nuevas iniciativas como EDUCAMB y la convicción de que, como decía Jane, unidos podemos marcar la diferencia; su voz llega a todos los rincones del planeta a través de estas redes de acción.










