Estallido social en Chile: Discurso de Gabriel Boric

En su intervención ante el Congreso Pleno, el Presidente Gabriel Boric presentó una defensa contundente del estallido social que sacudió a Chile en ...
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En su intervención ante el Congreso Pleno, el Presidente Gabriel Boric presentó una defensa contundente del estallido social que sacudió a Chile en octubre de 2019. Ante los legisladores, el Mandatario destacó que su administración asumió el poder en un contexto marcado por una de las movilizaciones más significativas de la historia reciente del país, donde las demandas sociales de millones de chilenos no solo tomaron las calles, sino que también visibilizaron la profunda crisis de legitimidad que afectaba a las instituciones. Durante su discurso, Boric abordó con seriedad los episodios de violencia que ocurrieron durante las protestas, como la quema de estaciones del Metro y los agresivos enfrentamientos con Carabineros, reconociendo que estos actos son inaceptables y no pueden ser justificados.

Sin embargo, el Presidente Boric no eludió la responsabilidad del Estado en su respuesta a las manifestaciones. En su discurso, añadió que las autoridades cometieron graves violaciones a los derechos humanos, las cuales aún no han sido debidamente investigadas ni sancionadas. Al referirse a estas violaciones, el Mandatario expresó que muchas de las víctimas siguen esperando justicia, en un claro llamado a no olvidar las heridas abiertas que dejó el estallido. De este modo, Boric hizo un llamado a reconocer la complejidad del fenómeno social, evitando la tentación de clasificarlo solamente como un fenómeno delictivo, un enfoque que, según él, deslegitima la lucha de quienes se manifestaron pacíficamente.

El Presidente también enfatizó que el descontento social tenía raíces más profundas que exigían ser atendidas. Boric recordó que «hubo señales anticipatorias que no supimos leer con claridad» y subrayó que el estallido fue un grito de auxilio de millones de chilenos que anhelaban una satisfacción a sus demandas de derechos y bienestar. Al hacerlo, buscó desviar la narrativa que plantea que la movilización fue únicamente un asunto violento y delictual, insistiendo en que las manifestaciones estuvieron motivadas por una necesidad urgente de cambio y participación en las decisiones del país.

Acerca del legado social del estallido, el Mandatario reiteró que las movilizaciones nacionales no deben ser vistas como un mero evento perturbador, sino como una clara exigencia por una democracia más inclusiva y participativa. Mencionó que estas demandas reflejaban un deseo de «más derechos, más bienestar y una voz protagónica en el devenir de la patria», ideas que resonaron fuertemente entre los ciudadanos durante y después de las protestas. En esta línea, Boric reconoció también los avances logrados en Chile desde el retorno a la democracia, destacando que, a pesar de los desafíos, el país ha caminado hacia adelante en múltiples frentes.

Finalmente, el discurso del Presidente Gabriel Boric en el Congreso Pleno se presentó como una oportunidad para reflexionar acerca de los acontecimientos que marcaron el estallido social. Al reconocer las exigencias de la ciudadanía, las violaciones a los derechos humanos y el contexto en el que se desarrollaron las manifestaciones, el Mandatario busca cimentar un enfoque que priorice la reparación, la inclusión y la justicia social. Así, Boric se prepara para seguir liderando un proceso en el que las voces de todos los chilenos sean escuchadas y donde las lecciones del pasado se tomen como pilares para construir un futuro mejor.

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