Errores de Colón: Un viaje lleno de descubrimientos

En un curioso paralelo entre la historia reciente y los grandes hitos de la exploración, se destaca el incidente de la sonda Mars Climate Orbiter de ...
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En un curioso paralelo entre la historia reciente y los grandes hitos de la exploración, se destaca el incidente de la sonda Mars Climate Orbiter de los Estados Unidos, que se precipitó en Marte en 1999. La causa de esta falla fue un error de programación: los ingenieros utilizaron unidades imperiales, medidas en pies, en lugar de las métricas, que debían haber estado en metros. Este reves técnico resuena con la historia de Cristóbal Colón, quien, cinco siglos antes, también se vio afectado por un error significativo al subestimar las distancias geográficas, lo que lo llevó a descubrir un nuevo continente. Mientras Mars Climate Orbiter representaba un sueño de exploración interplanetaria fallido, la ambición de Colón cambió irrevocablemente la historia mundial.

La travesía de Cristóbal Colón hacia la corte de los Reyes Católicos en Salamanca a fines de 1486 revela tanto el arrojo del navegante como las reticencias académicas de su época. Colón llegó a la ciudad con la esperanza de convencer a Isabel y Fernando de que apoyaran su propuesta de una ruta directa hacia las Indias a través del Atlántico, esquivando el largo viaje por la costa africana. Sin embargo, su idea se encontró con una oposición considerable por parte de un grupo de eruditos que ridiculizaban su noción de la esfericidad de la Tierra. Aunque los académicos sabían que la Tierra era redonda, intrigantemente, sus objeciones estaban más bien fundamentadas en las dudas sobre el viabilidad del proyecto que sobre la forma del planeta.

Desde los tiempos de los antiguos griegos, la idea de una Tierra esférica había ganado reconocimiento, propugnada por filósofos como Pitágoras y Aristóteles. Ellos basaban su afirmación en observaciones prácticas, como los eclipses lunares que proyectaban sombras circulares y las constelaciones que aparecían en el horizonte en diferentes latitudes. Anterior a Colón, el astrónomo Eratóstenes había realizado un cálculo sorprendentemente preciso del tamaño de la Tierra, uniendo la ciencia con la observación práctica. Sin embargo, siglos después, las medidas de Colón diferían drásticamente, subestimando la verdadera dimensión del planeta y, por ende, influyendo en su planeada travesía.

Los errores de Cristóbal Colón no se limitaban solo a la interpretación del tamaño del planeta. Al considerar la longitud de un grado en la circunferencia de la Tierra, Colón se basó en cálculos existentes de astrónomos árabes, los cuales malinterpretó al utilizar una versión incorrecta de la milla. Esta equivocación terminó reduciendo la circunferencia de la Tierra en su noción a aproximadamente 25 500 kilómetros, en vez de los aproximadamente 40 000 kilómetros que se conocen hoy. Esta subestimación fue crucial porque alimentó su ilusoria creencia de que Asia se extendía mucho más al este, permitiendo que pensara erróneamente que podría llegar a las Indias navegando hacia el oeste.

A pesar de las dudas y las objeciones al plan de Colón, fue el apoyo de figuras como el dominico fray Diego de Deza lo que le permitió avanzar en su empeño. Deza, influyente en la corte, jugó un papel crucial en la eventual concesión del financiamiento y la aprobación de los Reyes Católicos. Colón, aunque había cometido errores significativos al calcular las distancias y dimensiones geográficas, finalmente logró sus objetivos y zarpó hacia lo desconocido, lo que desencadenó el descubrimiento de América. Así, un error en la interpretación y la medida tuvo como consecuencia un cambio paradigmático en la historia, evidenciando que a veces, incluso una mala suerte puede llevarnos a grandes revelaciones.

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