Los aficionados a la astronomía tendrán muy pronto la oportunidad de disfrutar de dos impresionantes cometas de largo periodo, ambos descubiertos en 2025: C/2025 A6 (Lemmon) y C/2025 R2 (SWAN). Estos cometas, con órbitas extremadamente excéntricas, viajarán a las regiones más lejanas de nuestro sistema solar, con periodos orbitales que superan los mil años. Los entusiastas de la exploración del cielo estrellado podrán emprender la búsqueda de estos fascinantes objetos en las próximas semanas, siempre que dispongan de un cielo oscuro y de las herramientas necesarias para localizarlos con precisión.
El cometa C/2025 A6 Lemmon, descubierto a principios de enero por Carson Fuls en el Observatorio Mount Lemmon, ha demostrado tener una trayectoria impresionante. Procedente de un afelio situado a 36,000 millones de kilómetros del Sol, este cometa marcará su cercanía a nuestro planeta el próximo 21 de octubre, cuando pase a tan solo 101 millones de kilómetros de la Tierra. Este acercamiento es una gran oportunidad para observarlo, ya que se prevé que su brillante coma, la envoltura de gas y polvo, se haga visible a simple vista cerca de finales de octubre. Según las proyecciones, podría alcanzar una magnitud comparable a la de las estrellas más débiles de la Osa Mayor.
Durante su recorrido celestial, el cometa Lemmon se verá recorrido por varias constelaciones, incluyendo Leo Menor, la Osa Mayor, los Perros de Caza y Boyero. Aunque actualmente se encuentra al borde de ser observable a simple vista, se espera que su brillo aumente progresivamente cada noche. Con la ayuda de cartas celestes de Gideon van Buitenen, los astrónomos aficionados podrán localizarlo, especialmente cuando se encuentre en la constelación de Boyero, cerca de la brillante estrella Arturo. Sin embargo, las condiciones ideales para su observación requerirán de un entorno rural y despejado en el horizonte oeste, dado que se ubicará a baja altura tras la puesta del Sol.
Por otro lado, el C/2025 R2 SWAN fue descubierto recientemente por el instrumento SWAN de la sonda SOHO, justo al salir de su conjunción con el Sol. Este cometa fue observado el 16 de septiembre desde Namibia, presentando una notable cola iónica. A diferencia de Lemmon, el SWAN no es visible a simple vista, lo que obligará a los observadores a utilizar prismáticos o telescopios pequeños. Localizarlo requerirá también un entorno rural y la habilidad de encontrar estrellas brillantes cercanas como guía. Para los que no cuenten con un telescopio avanzado, se recomienda usar oculares de bajo aumento para facilitar la observación de este cometa difuso.
Con estas dos oportunidades sobre la mesa, la comunidad astronómica está expectante. Ambos cometas tienen el potencial de ofrecer un espectáculo emocionante para los astrónomos que estén preparados con sus herramientas y conocimiento. Como bien dijo David H. Levy, el célebre descubridor de cometas, ‘Los cometas son como los gatos: tienen colas y hacen exactamente lo que quieren.’ Por lo tanto, solo nos queda esperar y observar mientras estos cuerpos celestes nos deleitan con su presencia en el firmamento.










