Frente a la creciente intensidad de los impactos del cambio climático, las comunidades más vulnerables enfrentan retos cada vez más complejos. Fenómenos como inundaciones, sequías prolongadas, incendios forestales, la pérdida de biodiversidad y la degradación ambiental potencian las dificultades para proteger sus territorios y alcanzar condiciones de vida deseables. Estas realidades adversas afectan especialmente a quienes dependen directamente de sus recursos naturales para subsistir, creando un círculo vicioso que amenaza su bienestar y sostenibilidad a largo plazo.
La vulnerabilidad de estas comunidades se manifiesta en condiciones de desigualdad y acceso limitado a recursos fundamentales. En este contexto, emergen proyectos de base comunitaria que buscan responder a los impactos del cambio climático mediante el aprovechamiento del conocimiento local, la acción colectiva y el compromiso con la justicia ambiental. Estos esfuerzos no solo tienen como objetivo mitigar los efectos del cambio climático, sino también empoderar a las comunidades, brindándoles una voz y herramientas para gestionar sus propios territorios de manera sostenible.
Para que estos proyectos comunitarios puedan desarrollarse, escalar y sostenerse en el tiempo, es fundamental contar con el respaldo adecuado, incluido el apoyo institucional y recursos financieros. Sin estos elementos, muchas iniciativas corren el riesgo de desvanecerse ante la magnitud de los retos climáticos. Por ello, la colaboración entre las comunidades y las instituciones es esencial para asegurar que las soluciones propuestas sean efectivas y duraderas.
Un ejemplo notable de apoyo institucional es el programa J4Climate: Equidad Ambiental y Resiliencia Climática, promovido por la Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA). Este programa trinacional, que opera bajo el Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá, reconoce la importancia de fortalecer los esfuerzos comunitarios ante la crisis climática. A través de convocatorias anuales, J4Climate financia proyectos que priorizan a comunidades indígenas, rurales y marginadas que enfrentan altos niveles de vulnerabilidad climática, fomentando así mejoras significativas en sus condiciones de vida.
Entre las iniciativas apoyadas por J4Climate, se destacan proyectos innovadores como la restauración comunitaria de marismas saladas en Canadá y el programa One Water, que busca resiliencia hídrica indígena entre comunidades de Canadá y México. Estas iniciativas no solo demuestran la capacidad de respuesta creativa de las comunidades, sino que también resaltan la necesidad de un enfoque integral que considere la adaptación al cambio climático como una oportunidad para transformar las estructuras sociales que perpetúan la vulnerabilidad.










