El viernes pasado se llevó a cabo la inauguración de una nueva etapa en el barrio José Menéndez con Arauco, donde desde 2022 se ha podido apreciar el colorido y embellecimiento de este sector a través de la instalación de murales de mosaicos. Estas obras, que rescatan imágenes e historias locales, se han mantenido sorprendemente intactas, ya que han sufrido poco vandalismo. Se trata de una iniciativa impulsada por Aguas Magallanes, que contrató a la Junta de Vecinos Cerro de la Cruz para realizar estos murales. A cargo del proyecto estuvo Rodrigo Barría Cárcamo, un podólogo que decidió canalizar su creatividad a través del arte en mosaico, utilizando azulejos y otros materiales para dar vida a estas obras.
La instalación de los murales comenzó en 2022 y ha ido creciendo continuamente, alcanzando un total de quince obras en lo que hoy se conoce como la Ruta Cultural del Cerro de la Cruz. Durante la inauguración, Barría, junto a la presidenta de la Junta de Vecinos, Mirta Saldivia, presentó cada uno de sus trabajos, que se basan en fotografías y relatos que han perdurado a lo largo del tiempo entre los habitantes del barrio. Barría, quien actualmente vive en Martínez de Aldunate, expresó su conexión con la historia de la zona y cómo su pasión por trabajar con adultos mayores lo ha llevado a explorar nuevas técnicas artísticas que reflejan la cultura de Magallanes.
Mediante un proyecto Fondart, se han creado los últimos cinco murales, entre los que se destaca uno que ilustra el Fuerte Bulnes en una técnica de mosaico similar a la de un engranaje. Barría ha dejado claro que su objetivo es dar un nuevo rostro al sector, especialmente al cierre de la calle Arauco, donde se pueden ver estas últimas creaciones. En un contexto de redescubrimiento cultural, también se ha rendido homenaje a simbolismos locales, como la imagen del cóndor Conono, que ha sido parte del imaginario popular del barrio.
Los murales no solo se centran en la estética, sino que también cuentan historias significativas de la región. Por ejemplo, uno de los murales retrata a un caballo blanco con los Dientes de Navarino de fondo, mientras que otro homenajea a la niñez a través de un mural que da vida a una pichanga callejera. Barría ha dedicado seis meses a diseñar estas obras, buscando siempre reflejar la esencia del barrio en el que vive. La presidenta de la Junta de Vecinos destacó que, desde el comienzo, el propósito de esta iniciativa ha sido contar las historias más bellas y memorables de la comunidad.
Para enriquecer aún más la experiencia de los visitantes, se incorporarán códigos QR en cada mural, lo que permitirá a las personas acceder a la historia detrás de cada obra. Saldivia también enfatiza la importancia de embellecer la zona y atraer el turismo, indicando que están trabajando en la implementación de placas que complementen la ruta cultural. Al finalizar, resaltó que esta iniciativa no solo embellece el espacio, sino que también potencia la identidad local y promueve un sentido de pertenencia entre los vecinos.










